Coronavirus y Residuos

En estos momentos que nos toca vivir, y donde las noticias se suceden a la velocidad del rayo en torno al COVID-19 y su afección a la salud, la economía, la convivencia y el bienestar social, vamos a hablar de los residuos derivados de esta crisis, definiendo conceptos y procedimientos, aportando la transparencia necesaria dentro de un marco de reflexión.

 

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COVID-19 Y RESIDUOS

Los residuos derivados del contacto con pacientes de hospitales, centros de salud, etc (como guantes, mascarillas o batas) se considerarán como residuos infecciosos y se gestionarán como tales, según las disposiciones legales en la materia. Ahora bien, en el caso de personas que han dado positivo y que guardan aislamiento domiciliario, se entiende que sus residuos también se encontrarían en el mismo rango que los anteriores. Podría también, por precaución, aplicarse lo anterior a las situaciones de cuarentena.

Un tercer escalón se encontrarían los residuos de aquellos hogares donde no existen positivos ni cuarentena (que se sepa), donde no debería tener sentido hablar de residuos infecciosos.

PROTOCOLOS

Para el régimen hospitalario se seguirían los procedimientos convencionales para enfermedades contagiosas e infecciosas, terminando en una incineración obligada y un estricto control previo.

En los casos de escenarios con positivos y en cuarentena debe disponerse una bolsa 1 (para la contención directa de todo tipo de residuos producidos directamente), una bolsa 2 (para contener la bolsa 1 y los guantes utilizados para la manipulación), para después sacar ésta de la habitación e introducirla en una bolsa 3 junto al resto de residuos domésticos de la familia. Será esta última bolsa la que se destine al contenedor de la calle para su gestión como fracción resto o indiferenciada allá donde sea (se indica preferentemente incineración, pero conocemos la limitación que existe de plantas de este tipo, por lo que se habilitarían también los vertederos como alternativa).

Llegados a este punto, y a pesar de la pretendida coherencia, no hay que olvidar que estaríamos manipulando (de modo “casero”) residuos infecciosos que requieren de una gestión estricta y controlada, pero que llegamos a mezclar con otros y abandonamos en los contenedores (se pueden abrir las bolsas, compactar por los recolectores, dañar en el propio trasiego) para que lleguen al tratamiento destino.

En las situaciones donde no se registren positivos ni cuarentena deberá procederse como de costumbre, segregando las distintas fracciones selectivas para minimizar la fracción resto o indiferenciada. Esto será así al asumir que no nos encontramos en otra de las situaciones anteriores, porque si no, tendríamos una situación no deseada e incontrolable donde estaríamos diversificando una potencial contaminación de salida de un hogar de donde, precisamente, no nos dejan salir.

IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN

Quizá la posibilidad de aplicar protocolos intermedios como la recogida puerta a puerta para los casos declarados o en cuarentena, asegurar de alguna manera la trazabilidad de esos residuos o una información completa para todos los afectados, pudieran ser herramientas útiles a implementar tras analizar su viabilidad según los casos. Quizá también mirar de reojo a la experiencia que, por desgracia, ya tiene China, podría ilustrar otras perspectivas.

Accede al artículo completo: https://www.laboratorioderesiduos.es/coronavirus-y-residuos/

Fuentes: 

https://www.miteco.gob.es/es/ministerio/medidas-covid19/

 

 

 

Cátedra de Economía Circular. Universidad de Sevilla. Escuela Técnica Superior de Ingeniería. Camino de los Descubrimientos s/n 41092 SEVILLA Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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