• Portada
  • portada2
  • portada3
  • Portada4

Guía sobre Mejores prácticas para la gestión de residuos sólidos publicada por la EPA

El pasado mes de julio la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) publicó la Guía sobre Mejores Prácticas para la gestión de residuos Sólidos, enfocada a mejorar la resiliencia climática de la gestión de residuos.  La guía se divide en dos secciones: la primera proporciona una visión general de la contribución de los residuos sólidos al cambio climático e incluye mejores prácticas para reducir las emisiones del sector. La segunda sección indica los impactos del cambio climático en la gestión de residuos sólidos y propone mejores prácticas para construir un sistema de gestión de residuos sólidos resistente al clima.

EPA

En la guía se estima que el sector de los residuos representa el 11 % de las emisiones antropogénicas de metano y el 5 % de las emisiones globales de carbono negro. Los tres principales contaminantes del sector de residuos sólidos, en términos de su contribución al cambio climático, son el dióxido de carbono (con una vida en la atmósfera de cientos de años), el metano (con una vida útil de 12 años, contribuye 27-30 veces más que el CO2 al calentamiento global) y el carbono negro (se forma por la combustión incompleta de combustibles fósiles, biocombustibles y biomasa y tiene una vida atmosférica de días a semanas; aunque no es un GEI, tiene un efecto sustancial sobre el clima, con un impacto en el calentamiento de entre 500 y 1.500 veces la del CO2).

Algunas de las mejores prácticas que presenta la guía para mejorar la gestión de los residuos sólidos y reducir las emisiones se enfocan en la comprensión del flujo de residuos y prevención. En esta línea, propone la caracterización de residuos, involucrar a las partes interesadas, fomento del tratamiento domiciliario de residuos orgánicos, implementar estrategias para reducir los residuos de envases, imponer prohibiciones y tarifas sobre artículos específicos y estandarización para aumentar la reutilización y evitar el desperdicio.

Desde el punto de vista de la clasificación, recogida y transporte, se propone separar los residuos en origen, imponer tarifas de cobro, aumentar la cobertura de recolección en áreas y comunidades desatendidas para reducir los vertidos ilegales, prohibir la quema de residuos a cielo abierto, optimizar rutas de recogida e Implementar flotas más limpias.

En cuanto al reciclaje, algunas prácticas propuestas son la integración del sector informal del reciclaje, requerir el uso de material reciclable para reducir el consumo de recursos naturales vírgenes, establecer políticas de responsabilidad ampliada del productor e instituir programas para mejorar el reciclaje.

En relación al tratamiento de residuos, se propone la optimización del dimensionamiento de las instalaciones de tratamiento, las operaciones y el mantenimiento de las mismas, así como desarrollar un sistema de medición, reporte y verificación de emisiones (MRV).

En cuanto al vertido de residuos, se presentan mejores prácticas para mitigar las emisiones de la eliminación de residuos sólidos en vertedero, fuentes importantes de carbono negro y metano. Se propone la reparación o cierre de vertederos no controlados existentes, desviar residuos orgánicos que acaban en vertederos, imponer tarifas y prohibiciones a los vertederos, y recuperar energía de los mismos. El biogás puede ser utilizado como fuente de energía, reduciendo las emisiones locales de metano. 

La guía también analiza cómo afecta el cambio climático a la gestión de residuos, presentando un sumario con los diferentes impactos. Por ejemplo, el aumento de las temperaturas puede provocar un incremento de los riesgos de incendio en vertedero y también una mayor rapidez de descomposición de los residuos orgánicos, produciendo aumento de producción de biogás, lixiviados y malos olores.

Por último, la guía presenta mejores prácticas para mejorar la resiliencia climática de la gestión de residuos, enfocadas en la participación de las partes interesadas, identificando a las partes interesadas desde una perspectiva de igualdad, evaluando riesgos y oportunidades de cada uno, informar sobre los riesgos del clima, etc. También propone la integración de la gestión de residuos sólidos en la planificación de la Resiliencia climática, ya que el sector de los residuos depende en gran medida de los sectores de energía, agua y transporte. Se requiere una integración completa de todos ellos para una planificación más amplia de la resiliencia climática. La guía propone también la planificación de la gestión de residuos sólidos ante desastres, así como medidas para minimizar los daños relacionados con el clima a la infraestructura y operaciones.

Esta guía constituye un recurso gratuito para las autoridades que implementan programas de gestión de residuos sólidos.

Fuente: Best Practices for Solid Waste Management: A Guide for Decision-Makers in developing Countries Solid Waste Management and Climate Change. EPA.

Cátedra de Economía Circular. Universidad de Sevilla. Escuela Técnica Superior de Ingeniería. Camino de los Descubrimientos s/n 41092 SEVILLA Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

@Catedra Economia Circular - Maqueta: 2grcolor
// Etiqueta Linkedin