Publicado el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)

Según este informe, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las actividades humanas son responsables de un calentamiento de aproximadamente 1,1 °C desde 1850-1900, y se prevé que la temperatura mundial promediada durante los próximos 20 años alcanzará o superará un calentamiento de 1,5 ºC.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) fue creado en 1988 para facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta. Es el órgano de las Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático y tiene 195 estados miembros.

El IPCC comprende tres grupos de trabajo: el Grupo de Trabajo I, que se encarga de las bases físicas del cambio climático; el Grupo de Trabajo II, que se encarga del impacto, la adaptación y la vulnerabilidad; y el Grupo de Trabajo III, que se encarga de la mitigación del cambio climático. También tiene un Grupo Especial para los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero, que elabora metodologías para medir las emisiones y remociones.

Desde el inicio de su labor, el IPCC ha preparado cinco informes de evaluación que constan de varios volúmenes. El pasado 9 de agosto se publicó el informe del Grupo de Trabajo I del IPCC, Cambio Climático 2021: Bases físicas, el cual supone la primera entrega del Sexto Informe de Evaluación (IE6) del IPCC, que se completará en 2022.

Los aspectos más relevantes de la evaluación del clima presentados en el informe son:

• El cambio climático está intensificando el ciclo hidrológico, lo que conlleva una mayor intensidad de las precipitaciones y las inundaciones asociadas, así como unas sequías más intensas en muchas regiones.
• El calentamiento global de la superficie terrestre se está acelerando (0,2 º en la última década frente a una media de 0,12 º por década entre 1950-2011).
• El cambio climático está afectando a los patrones de precipitación. Las precipitaciones extremas se intensifican en un 7% por cada 1°C adicional.
• Las zonas costeras experimentarán un aumento continuo del nivel del mar.
• Un mayor calentamiento amplificará el deshielo del permafrost, así como el derretimiento de los glaciares y los mantos de hielo.
• Los cambios en el océano, como el calentamiento y la acidificación del océano, el aumento de la frecuencia de las olas de calor marinas, y la reducción de los niveles de oxígeno, están claramente relacionados con la influencia humana.
• En el caso de las ciudades, algunos aspectos del cambio climático pueden verse amplificados, en particular el calor.

En el informe se presenta el cambio en la temperatura de la superficie global (promedio anual) observado y simulado utilizando factores humanos y naturales y solo naturales:

El dióxido de carbono es el principal causante del cambio climático, aunque otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos también afectan al clima. La mayoría de las actividades humanas dan lugar a emisiones de contaminantes gaseosos y particulados que modifican la composición de la atmósfera, lo que lleva a la degradación de la calidad del aire y al cambio climático. Estos contaminantes del aire también son “forzadores climáticos de corta duración o short-lived climate forcers (SLCFs)”: sustancias que afectan al clima, pero permanecen en la atmósfera por períodos más cortos (días a décadas) que los gases de efecto invernadero de larga duración como el CO₂.

En escalas de tiempo de 10 a 20 años, la influencia de los SLCF es al menos tan grande como la del CO₂, y los sectores que producen mayor repercusión en el calentamiento es la producción y distribución de combustibles fósiles, la agricultura y la gestión de residuos. En este sentido, desde el sector de residuos, estamos firmemente comprometidos con la mitigación del cambio climático, apostando por una economía circular donde el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo los residuos. La obtención de energía eléctrica a partir de la correcta gestión del metano presente en el biogás, el reciclaje de residuos o la producción de compost a partir de biorresiduos son ejemplos del aprovechamiento de recursos y reducción del uso de materias primas vírgenes.

Debido a que el efecto de los SLCF decae rápidamente durante las primeras décadas después de la emisión, el efecto neto a largo plazo de la temperatura de las emisiones actuales de un solo año está determinado predominantemente por el CO₂. La combustión de combustibles fósiles para la energía, la industria y el transporte terrestre son los sectores que más contribuyen en una escala de tiempo de 100 años.

La labor del IPCC durante el ciclo del Sexto Informe de Evaluación, y posteriormente, ayudará a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el marco de la Agenda 2030, se plantean 17 ODS, con 169 metas de carácter integrado para conseguir un objetivo común: el desarrollo global y humano sostenible. Las políticas previstas para alcanzar los ODS (por ejemplo, acceso a energía limpia, gestión de residuos) traen consigo una reducción complementaria de emisiones y, en consecuencia, la mitigación del cambio climático.  En sus esfuerzos por contribuir a la consecución de los ODS, el IPCC mantendrá la colaboración con sus Miembros, asociados y partes interesadas.

El informe expone la manera en que ha cambiado el clima hasta la fecha y las razones de ese cambio, así como una mejor comprensión de la influencia humana en una gama más amplia de características climáticas, incluidos los fenómenos extremos. Esta información permitirá poner en marcha estrategias de adaptación a corto plazo.

Fuente: IPCC_report